Mientras corríamos a la nave, el pensamiento de que esto era obra de alguno de mis nuevos pintorescos compañeros me asalto unas cuantas veces.
-¿Esto es obra de ustedes? Es decir, parece que las explosiones se les da bastante bien- Le pregunte riendo un poco.
-¿¡Nosotros!? ¡Por dios! Me ofende que pienses algo así, somos gente honrada, sin contar que somos mucho mas sutiles…- Todo eso pareció tan sincero que casi se me olvida seguir corriendo, y yo que creía que ella solo servia para vestir de hombre y volar cosas… que curioso.
- Esta bien… digamos que creo lo que dices, solo asegurémonos de llegar que me es bastante incomodo correr con este vestido…
-Nadie dijo que te vistieses de tal manera, además por lo que veo parece que correr se te da muy bien acompañante.
Hice caso omiso a eso último, ya que si le decía algo seguro encontraba una manera de retrucarlo para hacerme quedar muy mal.
-¿Qué crees que haya en la caja?- La curiosidad era demasiada como para estar corriendo sin saber que tiene, ¡podria ser cualquier cosa!
-No lo se, lo que me interesa es que no este vivo ni pueda meterse en mi habitación, cuando estemos en la nave nos fijaremos en…-
Se callo ya que había un control de la alianza justo por donde pasábamos, controlando a la gente que se dirigía hacia las naves, revisando pertenencias y demases. Además ese era el único camino para llegar a La Diosa, es decir que tendríamos que pasar por ese control, transportando un objeto del que dudaba su legalidad.
-Esto es malo…- Mei lucia demasiado preocupada al decirlo, es mas, ella lucia preocupada, algo de por si malo.
-Al contrario, tu solo déjame a mi
-¿Qué piensas hacer? No creo que tus truquitos sirvan con ellos.
-Si funcionaran, tu solo cállate y sígueme, luciendo vulnerable.
Dudaba que Mei supiese que es ser vulnerable, pero no parecía muy ansiosa por pasar ese control, por lo que tome su mano y camine hacia donde estaba uno de los guardias protegiendo los lados laterales del control. Luciendo bastante desesperada por salir de allí, me le acerque, por suerte era hombre, seria fácil.
-Señoritas, deben ir hacia la fila donde están haciendo el control- Al parecer era todo un soldadito, hora de comprobar que tan duros eran.
-Por favor… debemos llegar con nuestro padre que esta en la nave, tuvimos que bajar en este planeta por su historial medico y ahora debemos volar hacia el hospital de Ariel donde podrá recibir la mejor atención medica. – Comence a respirar agitadamente, símbolo de que había corrido y de que tenía terror por lo que sucedía alrededor.
-Lo siento señoritas… pero tengo la orden de…
-Si perdemos mas tiempo no se que podrá pasar, por favor, mi padre esta en la nave y no podemos estar mas tiempo aquí, además quien sabe que causo esa explosión, los nervios podrían terminar con su vida…- Por suerte Mei se había cubierto la cara y miraba para abajo, casi como si estuviese llorando.
-Supongo que como solo son dos chicas… esta bien, pueden pasar, espero que su padre llegue a tiempo.
-¡Muchas gracias!- Hice una reverencia mientras fui corriendo junto con Mei a las naves.
Seguimos corriendo hasta finalmente llegar a donde estaba nuestra lanzadera, donde había un pánico evidente. Al parecer no éramos los únicos que habíamos ido corriendo a nuestro medio de transporte para así dejar el planeta.
-Debo admitir que lo hiciste bastante bien ahí fuera Kikyo- Supongo que de parte de Mei eso era un gran cumplido.
-Bueno, gracias, tu también hiciste bien de sumisa, no creí que pudieses callarte tanto tiempo.
-Esa explosión si que alteró a la gente eh... –Ignorando completamente lo último que dije- parece que no será tan raro que nos vallamos de repente, eso es una cosa buena. Por otro lado me pregunto donde estarán los demás y si habrán llegado.
-¿Y si son culpables de la explosión no te lo preguntas?- Al decir esto me miró con una cara que no era precisamente la de una chica amable que no te hará daño
-Mi tripulación es lo suficientemente competente como para saber que no deben explotar cosas hasta que el negocio este terminado, a menos que sea cuestión de vida o muerte
-100 a que fue la mecánica esa
-Hecho, yo voy a Drakar. No sabes la apuesta que acabas de hacer, es casi seguro que el es el culpable.
-¿Qué hay de Elf? ¿No apostaras por el?
-¿Eh? ¿Porque tendría que apostar por el? ¿Que tiene de especial? El no podría volar nada ni siquiera aunque le dieras una antorcha y explosivos. Además el si sabe ser discreto…
-Oh… veo que no te gusta que hablemos de el. ¿Hay sentimientos ocultos capitana? ¿Late el corazón de una mujer entre esa ropa pasada de moda y restos de… es eso lo que comimos hace 2 días?
-Será mejor que te calles o te dejare en el planeta justo en medio del lugar de la explosión para que te pregunten que hacías allí- La nueva mirada que me lanzo era indescriptible, capaz de hacer que cualquiera pida clemencia.
Luego de la pequeña charla abordamos la lanzadera que le alquile a Mei y subimos a la nave, Lender estaba allí con los controles, quienes faltaban eran los otros tres que aun no habían dado señales de vida.
-¿Tienes idea de que paso?- Pregunto la capitana sentándose en la otra silla de mando de la nave.
-Nada, solo que hubo una explosión que podría apostar que causo Elf, y luego pánico total aquí y varias naves despegando.
-¿Podrías apostar? Que curioso que lo digas, la capitana aposto 100 a que fue Drakar y yo a que fue… como era el nombre de la mecánica... hummm...… ¡Tam, eso! ¿Te gustaría unirte a la apuesta diciendo que fue Elf?- Mientras decía esto puse ambas manos sobre sus hombros con suavidad, mientras las deslizaba un poco
-Um eh... claro, después de todo Elf es bastante propenso a explotar cosas.
-Perfecto, solo tenemos que esperar que lleguen vivos y ver quien es el culpable- Mientras digo esto me acomodo un poco el cabello, tanto correr lo había arruinado un poco y era molesto tenerlo despeinado, además debía haber al menos una mujer que supiese como mantenerse elegante en esa nave.